sábado, 21 de febrero de 2009


1er Concurso de investigación sobre la Amazonía "Parú, País Amazónico"


Este concurso busca promover la investigación y análisis de las realidades amazónicas, su repercusión en los pueblos que la habitan y la conservación de su biodiversidad y recursos naturales.


Por ello, se invita a estudiantes de Pre-grado, Post-grado, Maestría o Doctorado de cualquier Universidad del Perú a participar de este 1er. Concurso de investigación sobre la Amazonía: "Perú, País Amazónico"

La temática de la investigación o estudio de análisis que se presente será a elección del concursante, pero necesariamente deberá estar enmarcada en este eje temático transversal: Las culturas amazónicas en un mundo globalizado.

La inscripción es gratuita y las investigaciones se recibirán hasta el 30 de agosto del 2009.

La ficha de inscripción y las bases del concurso pueden obtenerse en nuestra página web http://www.selvasperu.org/ o vía e-mail a través de la siguiente dirección: informes@selvasperu.org.

Las personas interesadas también pueden acercarse al Centro Cultural José Pío Aza en Jr. Callao 562 - Lima o llamar al teléfono: 331 0771.

Con el ruego de su difusión

Centro Cultural José Pío Aza
Teléfono: (01) 331-0771
E-mail: informes@selvasperu.org
URL: http://www.selvasperu.org/

Para entrevistas o mayores informes preguntar por la Srta. Mónica Villanueva Galdos, encargada del Área de Comunicaciones y Prensa del Centro Cultural José Pío Aza.

viernes, 20 de febrero de 2009



¿Por qué se mantiene firme la corrupción?
Por: Efraín Esteban Churampi

La corrupción existe en casi todas las instituciones públicas del país, en menor o mayor grado, entre otros, por los siguientes factores:

HAY UN NÚCLEO DURO RODEADO DE SIMPATIZANTES
En estas instituciones públicas hay un núcleo duro de la corrupción. Está conformado por poca gente que, según el lugar que ocupan, cobra coimas por contratos de obras, por adquisición de bienes y servicios, por puestos de trabajo, por otorgar licencias, por agilizar trámites, por notas de alumnos, por cobro de cheques, etc. Las frases favoritas del corrupto son: “soy inocente”, “no hay pruebas” y si le encuentran dice: “son ilegales”, “le han sembrado”. Cuando este núcleo duro está organizado se trata de una mafia.

Pero, hay una segunda franja de gente que los rodea, que ve con buenos ojos, que los aprueba. Es gente que si no delinque ahora es porque ya lo hizo o espera su oportunidad. Son pocos, pero son. Están a la expectativa como quien espera su turno, que llega cuando tiene un cargo, manejo económico o algún poder.

FRANJA ANCHA DE GENTE RESIGNADA E INDIFERENTE
Asimismo, hay una tercera franja, muy ancha, de gente resignada, que acepta la corrupción. Tienen estas frases típicas: “La corrupción es un mal nacional y no hay nada que hacer contra ella”; “no importa que roben, pero que hagan obras”. Esta gente es indiferente a este problema. Cree que pierde su tiempo luchando contra ella, que mejor es no meterse con los corruptos. Pero, en esta franja hay también mucha gente que no combate la corrupción porque tiene o rabo de paja o cobardía para hacerlo.

HAY MUY POCOS QUE PELEAN CONTRA ELLA
Y los que se atreven a pelear contra la corrupción ya no constituyen, por lo general, una franja, sino una línea, muchas veces casi inexistente. La honestidad de una persona no sólo está en no delinquir, sino también en su capacidad de combatir la corrupción, de ser intolerante con ella. Mientras los corruptos constituyen un núcleo duro rodeado de simpatizantes, con una gran mayoría indiferente; la gente honesta que lucha contra la corrupción resulta minoritaria, aunque tiene una fortaleza espiritual excepcional.

Los corruptos son vulgares, sinvergüenzas, cínicos, mediocres, que adoran el dinero, que tienen “la mano abierta para recibir y cerrada para dar”. Ante las denuncias ellos responden atacándolos, amenazándolos con atacar o simplemente calumniándolos. Para ello cuentan con medios de comunicación y periodistas proclives: la idea es crear confusión, mezclar el trigo con la paja, “quitarles autoridad” a los denunciantes, para que no sigan luchando contra esta peste. Por ejemplo: resulta que ahora hay que condenar a quienes grabaron los petroaudios por ser ”ilegales” y que el caso de los verdaderos culpables no pasa de ser un “escandalete”.

DEBILITAR AL QUE SE ATREVE A LUCHAR CONTRA ELLOS
El corrupto busca mil formas de debilitar a los denunciantes o testigos. No sólo con panfletos cobardes o chismes chabacanos, sino también seduciendo a los denunciantes o testigos para que se retracten por cuestiones humanitarias o por dinero, intimidándolos con denunciar por difamación, amenazándolos de muerte o algunas veces eliminándolos físicamente. Es como que la corrupción es consustancial al sistema. Y el sistema se defiende con todos los medios.

¿QUÉ HACER?
Educar a los futuros ciudadanos en el equilibrio de derechos y deberes. El espíritu delincuencial surge cuando se cree que sólo se tiene derechos y no deberes. Que las personas decentes los miren con desprecio, que los periodistas valientes sigan con sus denuncias, que los correctos fiscales acusen y que los jueces probos sentencien con justeza. Algo más: que se legalice el chuponeo telefónico para los funcionarios públicos, que se instalen cámaras secretas en las entidades públicas y que se planteen otros mecanismos de mayor fiscalización.

(*) DOCTOR EN ECONOMÍA, PROFESOR PRINCIPAL DE LA UNAS. http://www.efrainesteban.blogspot.com/

martes, 17 de febrero de 2009



La Recesión y el Cambio Climático Histórica Oportunidad para el Desarrollo de la Amazonia
Por: Róger Rumrrill

Para el Premio Nóbel de Economía del año 2008, el estadounidense Paul Krugman, la recesión mundial tiene una dimensión histórica sólo comparable a la caída del Muro de Berlín en 1989 y significa un cambio de época en la historia humana. Esta crisis, sumada a la del cambio climático, el evento que los científicos coinciden en señalar que marcará el destino del hombre en el planeta Tierra, representan para el país y en particular para la Amazonía Peruana acontecimientos decisivos con graves implicancias e impactos pero al mismo tiempo son retos y oportunidades para construir un modelo de desarrollo humano y por lo tanto sostenible.

El Perú ha sido y sigue siendo un país de oportunidades perdidas. Fuimos una potencia económica entre 1849 y 1873 durante el boom del guano. El fisco llegó a acumular más de 100 millones de libras esterlinas. Luego, además de otros ciclos de riqueza, tuvimos el caucho y la harina de pescado.

En efecto, fines siglo XIX y en la primera década del siglo XX, la mayor exportación peruana fue el caucho, extraída de los bosques amazónicos con mano de obra semiesclava, básicamente indígena, en un sistema precapitalista. Un Estado débil y casi siempre ausente y un modelo económico extractivista que nunca miró el mediano y largo plazo, dilapidó los ingentes recursos generados por el caucho mediante la importación de bienes suntuarios.
Ni el Estado ni los extractores propusieron un proyecto de diversificación productiva y de transformación industrial de la materia prima mientras duró el período de las “vacas gordas”.
Por esa atávica tendencia al cortoplacismo, por esa falta de previsión y visión de futuro, cuando los ingleses arrojaron al mercado mundial en vísperas de la Primera Guerra Mundial en 1914 más de 14 mil toneladas de caucho producidas en sus colonias de Asia con semillas hurtadas de la Amazonía, en plantaciones y con mano de obra barata y, por tanto, a precios más bajos, la actividad monoexportadora del caucho colapsó y la Amazonía sudamericana, principalmente Brasil y el Perú, se hundieron en una crisis que se prolongó por décadas.

La crisis económica mundial y el cambio climático están impactando severamente a la Amazonía de hoy. Los mercados que nos compran nuestras principales materias primas, madera en especial, castaña y otros productos sin transformación han disminuido en unos casos sus importaciones y en otros casos simplemente los han cancelado. El efecto, como en la crisis cauchera, es un incremento de la desocupación y más pobreza en una región donde los indicadores socio económicos que crecen sin pausa son la población, la pobreza, la desnutrición y la erosión de los ecosistemas naturales.

Sin embargo, la economía peruana creció en el último quinquenio a tasas que oscilaban entre el 8 al 9 por ciento, una de las más altas de América Latina, gracias a la demanda de Estados Unidos, Europa y de las economías emergentes como la China y la India principalmente de minerales.
En la Amazonía Peruana hasta hace sólo un año, el pie tablar de caoba, “el oro rojo de la Amazonía” se pagaba en 10 soles. Otras especies como el cedro y las maderas duras también tenían buenos precios y demanda externa. Bajo el impulso de esta demanda y estos buenos precios creció la extracción para el mercado nacional y la exportación, en gran medida a costa de la tala ilegal. El 90 por ciento de la madera de consumo nacional y de exportación procede de áreas no autorizadas, de acuerdo al propio Estado.

Otra vez, como en el ciclo del caucho, el Estado ausente no contribuyó técnica ni económicamente a la construcción de un sistema forestal sostenible y moderno en base a las concesiones forestales. Además, algunos extractores, por sacar el mayor provecho de la “gallina de los huevos de oro” del bosque, no sólo no invirtieron parte de sus ganancias en crear una base inicial de transformación de la madera para obtener valor agregado, sino también erosionaron con prácticas irregulares los precarios sistemas de control y supervisión del bosque, con frecuencia en complicidad con el propio Estado. Por eso, ahora que bajo las condicionalidades impuestas por el TLC con Estados Unidos se imponen sistemas de control más rigurosos y con penalidades de cárcel al delito ambiental, la red de ilegalidad montada en las últimas décadas se rompe, hace colapsar a las empresas y deja en la desocupación a miles de taladores del bosque, legales e ilegales.

Estas lecciones de la historia tienen que ser aprendidas en el contexto de la crisis presente que, de modo radical y profundo, nos obligan a reformular y replantear nuestras visiones, percepciones, esquemas e incluso filosofía sobre el presente y el futuro de la Amazonía.
Las leyes formuladas y aprobadas para la implementación del TLC con Estados Unidos, sobre todo las leyes 29316 sobre patentes genéticas, así como la ley 29317 para aprovechamientos de los bosques amazónicos conllevan profundos cambios con relación al uso de la megadiversidad amazónica y los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas.

Antes de la crisis, una de las mayores opciones para el desarrollo de la Amazonía se creía que era la explotación hidrocarburífera. A la fecha se han lotizado más de 500 mil kilómetros del territorio amazónico peruano a una decena de empresas. Muchos de esos lotes habían sido sellados en los setentas del siglo pasado cuando el precio del barril de petróleo se cotizaba en 10 dólares. A ese precio el petróleo amazónico no es comercial porque es un petróleo pesado cuya refinación implica mayores costos.

Con el precio actual del barril de petróleo, que oscila entre los 44 a 45 dólares, otra vez el petróleo amazónico puede perder su valor comercial. A ello hay que agregar la cada vez mayor presión internacional para substituir el combustible fósil por energías alternativas por sus efectos en el cambio climático y su previsible agotamiento. Eso no es todo. La explotación de petróleo y el gas en la cuenca amazónica produce impactos irreversibles en los ecosistemas tropicales y es la causa de una de las mayores contaminaciones en los ríos, lagos y quebradas, significando un grave riesgo en la oferta de agua en el siglo XXI.

Como una alternativa al uso de la energía fósil, causante de las mayores emisiones de gases de efecto invernadero, se planteó la posibilidad del sustituto de los biocombustibles y muchos vieron en la Amazonía el espacio ideal para el desarrollo de esta actividad. La política de abrir el mercado de tierras de la Amazonía apunta principalmente a la producción de biocombustibles.
No obstante, estudios efectuados por expertos de las Naciones Unidas han concluido que con la máxima producción de biocombustibles, a costa de ocupar y talar millones de hectáreas de bosques tropicales y consumir ingentes recursos de agua cada vez más escasos, sólo se habrá logrado reemplazar un 4 por ciento de los 85 millones de barriles de petróleo consumidos diariamente en el año 2008. Además, la promoción de los biocombutibles ha sido una de las causas de la inflación mundial de los precios alimenticios. Los 6 mil millones de dólares que la Administración Bush otorgó a los productores de biocombustibles, han sustraído del mercado alimentario grandes volúmenes de maíz, arroz y oleaginosas. Lo mismo ocurrió en otros países y la tendencia sigue su curso.

En el nuevo escenario, toda la tradicional concepción de “maderizar” el bosque, es decir, el bosque sólo como productor de madera y el uso de las tierras tropicales para la agricultura precaria y migratoria y el gran monocultivo para la producción de commodities y biodiesel tienen que ser revisadas y reformuladas. La noción y concepción del aprovechamiento en pie surge como una nueva visión del bosque y la naturaleza, una concepción sostenible, rentable, social y acorde con la necesidad de conservar la vida sobre la Tierra.

Entre 1821 y 1990 se dieron 18 mil leyes para el desarrollo de la Amazonía, normas contradictorias y al servicio del centralismo. Leyes que nunca pudieron hacer, de ese Estado ausente que históricamente tenemos en la Amazonía, un estado promotor del desarrollo, moderno, que consolide un pacto social que haga posible resolver los grandes problemas de hoy en la Amazonía: la subsistencia del inviable sistema extractivo-mercantil, que haga de la salud y la educación y la inversión en ciencia y tecnología los vehículos y herramientas del desarrollo humano.

La recesión mundial y el cambio climático han convertido a la Amazonía, ahora más que nunca, en uno de los mayores espacios estratégicos de una economía global donde los recursos vitales son el agua, la energía, los alimentos y los bosques como retentores de carbono y otros servicios ambientales decisivos para la estabilidad ecológica planetaria. Como en los siglos XVI, XVII y XVIII, nuevamente la Amazonía vuelve a ser la utopía, pero a condición de manejar y transformar y usar sosteniblemente esta riqueza renovable con los instrumentos de la ciencia y la tecnología, los valores de la cultura, la educación, el asombroso conocimiento y saber indígenas y las extraordinarias capacidades de adaptación del pueblo amazónico a las radicales transformaciones que el calentamiento climático global está provocando en la Tierra.

Se abre pues una oportunidad histórica para la elaboración, promulgación y ejecución de una Ley Marco de Desarrollo Sostenible que le de una visión de futuro y haga posible que la Amazonía se convierta en la RENTA ESTRATÉGICA DEL PERÚ EN EL SIGLO XXI.

sábado, 14 de febrero de 2009

Fondos para investigación y acciones de conservación


El Fondo Neotropical Scott proporciona fondos a los estudiantes meritorios
y los científicos que viven y trabajan en América Latina.

Premios anuales que oscilan entre $ 3000 - $ 5000, para quienes hacen investigación y tienen iniciativas de conservación de animales y sus hábitats o programas de participación de las personas que afectan directamente a la conservación de los animales.

El investigador principal debe ser un residente de paises neotropicales y el impacto de los proyectos debe estar dentro de los neotrópicos (Mexico, América Central, América del Sur y el Caribe).

El Fondo Neotropical Scott apoya el trabajo de los residentes neotropicales en sus países a través de apoyo a los proyectos, oportunidades de capacitación y / o asistencia técnica que continuará en beneficio de la población local, la vida silvestre y los hábitats de los neotrópicos en el futuro. Los Proyectos presentados para su financiación debe ser una investigación con propuestas claras implicaciones de conservación. Los ejemplos incluyen: Especies, historia natural y estudios de ecología Parque Nacional de los inventarios Encuestas y evaluaciones biológicas.
Las iniciativas relacionadas con la población local que afectan directamente la conservación de los animales Asimismo se tendrá en cuenta a proyectos en situaciones de cautiverio en el Neotrópico si el proyecto contribuye a la conservación de una especie en la naturaleza.









CRITERIOS PARA LA SOLICITUD DE FINANCIACIÓN Y MATERIALES EL PROCESO DE SOLICITUD Y REVISIÓN EXPECTATIVAS DE LOS DESTINATARIOS DE SUBVENCIÓN LISTA DE BENEFICIARIOS DE SUBVENCIÓN :

http://www.clemetzoo.com/conservation/grants/scott/


viernes, 6 de febrero de 2009

Los programas sociales engordan mascotas en CONDORCANQUI

Por: Rubén Darío Ninahuanca Rivas 

Santa María de Nieva.

Hace unos días tuve la dicha de visitar a mis amigos de la Comunidad Nativa de Chapiza, ubicada en la cuenca del Río Santiago; ingrata fue mi sorpresa en encontrar al mejor amigo del hombre almorzando uno de los sobrecitos que el PRONAA reparte a las comunidades indígenas con la finalidad de combatir la desnutrición.

Según UNICEF [2], la tasa de desnutrición en Condorcanqui alcanza el 70% de los niños menores de 10 años, y al poder ser testigo de la escena (antes que indignarme) fue momento oportuno el preguntar al dueño de casa el porqué de la situación. Antes de contestarme entre risas me expresaban que no solo los perros eran quienes degustaban de tan nutritivo potaje sino también los pollos, peces o cualquier otro animal de la casa que tenga hambre.

Con ese polvito, el pollo crece mucho más rápido y está más gordo [3] La respuesta a una sola voz de los integrantes de la familia fue: “es feo, no nos gusta, no podemos comerlo, algunas veces le ha dado diarrea”. En ese momento recordé de los platos que en casa, cuando era niño no me gustaba pero que mi madre me obligaba a ingerir porque decía era que nutritivo. Fue entonces cuando por las escenas repetidas en mi inconsciente me impulsaron a repetir frases de responsabilidad sobre las comunidades indígenas; “están desnutridos porque quieren”, el Estado invierte millones en las comunidades y ellos alimentan a las mascotas”, “las comunidades están mal porque se lo buscan”; sin embargo decidí mirarlo desde la otra orilla, o desde la otra cara de la moneda como algunos lo llaman, y para ello recuperaré algunas de las experiencias que he tenido que vivir con mis amigos indígenas, con quienes nunca dejo de aprender.

En alguna oportunidad en reuniones realizadas en las comunidades. A la hora del almuerzo me han invitado a degustar el famoso “suri” (Gusano de aproximadamente 4 centímetros de largo y un grosor no menor al de mi dedo meñique) y obviamente me he negado cuantas veces me lo han ofrecido, porque creo que no me gustará y la sola presentación no es tan apetecible para mí. Sin embargo ellos refieren que el “suri” tiene muchas proteínas y puede curar el asma; pero ni aún esas explicaciones me han motivado a degustar de este plato típico indígena. Si realizamos una comparación de las situaciones, entre lo que el Estado a través de sus programas les entrega a las comunidades y lo que para mí significa comer “suri”; creo que no existe diferencias.

Uno de los profesionales de salud de la Comunidad de Chipe “no daré nombres por las represalias” me refería que una de las alternativas para mejorar la nutrición en Amazonas era la producción de productos nutritivos pero que sean parte de su dieta alimenticia, no la entrega de productos que son ajenos a su dieta alimenticia, porque en algunos casos su organismo no está acondicionado a digerir con facilidad, originando diarreas, cólicos de gases entre los más comunes; y, siendo una cultura muy sensible éstos productos en algunos casos han originado que las personas crean que los están envenenando o es un problema de brujería[4].

En la comunidad Nativa de Achuaga, nos referían que las personas recibían estas bolsitas de suplemento alimenticio del PRONAA, para venderlos a los que eran propietarios de piscigranjas.
Este tipo de situaciones se origina cuando los técnicos encargados de diseñar un plan no toman en cuenta el aspecto cultural y creen que todos piensan como ellos, o, cuando se cree que somos personas con alguna discapacidad mental que tenemos que ser cuidadas y nunca como un ciudadano, pues claro al final los únicos favorecidos son las empresas que ganan estas licitaciones de elaboración de estos productos alimenticios.

El PRONAA en el año 2008 ha tenido como presupuesto total: 335´846,206. 78 nuevos soles y el PRONAA Imacita: 1,766,856,84 nuevos soles; (5) y al parecer los resultados no se verán si es que la estrategia o el cambio del producto alimenticio que se entrega varíe.


Es probable que este diagnóstico, del que puedo asegurar que se repite en CCNN Chipe, CCNN Chapiza, CCNN Achuaga, CCNN Utt y CCNN Soledad; no sea tomado en cuenta porque no es oficial, entonces creo que es oportuno que se realice una evaluación seria de este programa porque nos cuesta a todos los peruanos y no está dando los resultados que se esperan porque al parecer no se cuenta con un buen equipo de trabajo.

[1] Abogado de la Universidad Nacional de Piura. Especialista en Derecho Municipal y Regional, Especialización en Gestión de la Política Social y Especialización en Gestión de Desarrollo Sostenible. Cuenta electrónica: nrrubendario1980@yahoo.es
2] Informe presentado en Setiembre del 2008, en el Auditórium de la Gerencia Sub Regional de Amazonas, Condorcanqui.
[3] Jefe de la Familia Tsamajen
[4] La brujería en las comunidades awajún se castigan con la muerte.
[5] Información presupuestal del PRONAA. Disponible en:
World wide web: http://www.pronaa./ gob.pe/transpare ncia_pronaa/ presupuesto/ presupuesto_ 2008.htm

domingo, 1 de febrero de 2009


El hombre que adora el dinero se aleja de Dios


Por: Efraín Esteban Churampi


Una de las grandes causas de los problemas de los seres humanos está en que la gran mayoría adora el dinero. Una cosa es trabajar por una remuneración, necesitar dinero; pero otra muy distinta es adorar el dinero, creer que éste lo compra todo, que es el origen de la felicidad. Entonces el hombre se materializa, se metaliza, se deshumaniza, se bestializa.

La gente vive, lucha, se sacrifica, por conseguir dinero de cualquier modo, a cualquier precio. Dinero y más dinero, para comprar y acumular cosas y cosas, creyendo que encontrará la felicidad. Pero no lo consigue, vive triste aparentando alegría, solitario en medio de la multitud, lleno de preocupaciones que le impiden actuar.

Los padres no dan importancia a la educación y a la formación de la personalidad de sus hijos, creyendo que basta ser un padre "responsable" que cumple sólo con sus obligaciones materiales de proveer alimentos, vestido, útiles escolares, etc. Los esposos creen que la esposa requiere únicamente regalos materiales para sentirse feliz y por eso la acarician sólo antes de hacer el amor.
Y en este mundo materializado, en el que el dinero es el nuevo "Dios", la gente vive frustrada, desilusionada, infeliz. Y es que lo material se agota, se desgasta, hastía. El uso de los bienes materiales que compramos y estrenamos poseen una especie de utilidad temporal (no marginal) decreciente, en el sentido de que un bien nuevo nos llena de gran alegría, pero temporalmente, de modo que al pasar los días o semanas ya no produce la misma emoción inicial, por lo que la rutina de una vida triste y solitaria continúa.

La felicidad es la esencia del espíritu (es esencialmente espiritual), un gozo del alma. No se encuentra en la cuestión material, en el estómago o en los órganos de los sentidos. Por eso, la felicidad radica en la alegría del alma, en la satisfacción del espíritu; en dar y recibir respeto, reconocimiento, cariño, estimación, aceptación, valoración, en suma amor puro y noble.
Precisamente el primer mandamiento dice: "amar a Dios sobre todas las cosas". Ahí reside la esencia de la felicidad. En la medida en que el ser humano se acerca más a dios, se humaniza más, ya que está hecho a imagen y semejanza de él. Diría que al acercarnos más a Dios no espiritualizamos más, nos llenamos de gozo, nuestros corazones se llenan de emoción. Al amar de verdad a Dios nos amamos más y amamos más al prójimo.

Ello no significa que renunciemos a lo material, como a una vivienda, a un vestido, a una alimentación, etc. y vivamos como unos angelitos en la tierra. Se debe entender la materialidad como la satisfacción de nuestras necesidades básicas que garanticen nuestra subsistencia como seres humanos. Pero de ahí a adorar el dinero y todo lo material existe un abismo.
Y en la medida en que el hombre adora el dinero se aleja de Dios, se acerca al demonio. Entonces la vida se convierte en una guerra global por tener más mercados, más ganancias, más cosas materiales, donde el hombre ya no es hermano del hombre, sino su rival, su enemigo, su verdugo, su carcelero, su sepulturero. Es una guerra de individuos, grupos, corporaciones o bloques contra el mundo.

En esta vida loca, endemoniada, se trata de acumular riquezas materiales a expensas de los pobres, de triunfar a costa del fracaso de los demás, de progresar haciendo atrasados a los débiles, de fortalecer unos negocios haciendo quebrar otros.

Y los gobernantes, los legisladores, están más preocupados en construir carreteras, puertos y otras obras públicas, para que el país se "desarrolle". Y no se preocupan de la educación de los ciudadanos, de la cultura de los compatriotas, de la personalidad nacional. Aparte de cristianos auténticos y personas decentes que hay en cada país, la gente no se preocupa de los valores espirituales, ni en los de sus propios hijos. Por eso la corrupción se mantiene firme y los corruptos no se avergüenzan, al contrario alzan la frente y gritan porque muchos los respaldan en secreto o abiertamente.

Doctor en economía, DECANO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS DE LA UNAS. http://www.problemasypropuestas.ning.com/