Por Raúl Herrera Soria
La cosmovisión del poblador amazónico, en el que se incluye al habitante urbano -que de una u otra manera se vincula a las vivencias y los pareceres de la vida que tienen los comuneros ribereños- fija a dos personajes que forman parte de la mitología o de las leyendas que se originan en las aguas en esta parte del planeta, situación que claro está no se diferencia en mucho a la de otras culturas de cualquier lugar del planeta.
Revisando apuntes para intercambiar conceptos sobre este tema con Juvenal García Armas, estudioso catedrático de la Universidad Agraria La Molina, Lima, con la finalidad de poder hacer una mejor y más nutrida explicación de las vivencias de los pueblos ribereños de la Amazonía, que próximamente tendremos que exponer en foros diferentes en República de Corea, encontré que en la vida de los pobladores ribereños de la Amazonía peruana existen dos personajes, uno que expresa al macho que es el yacuruna y otro que a la hembra que es la típica sirena.
Sus fantásticas presentaciones y sus “proezas” en su interrelación con los humanos, nos demuestran que siempre han sido parte importante de nuestras creencias o simplemente de nuestras vivencias urbanas o rurales. La fantástica figura de la bella mujer, que nunca ha mostrado su rostro y es sorprendida bañándose en una quebrada, una cocha, una fuente de agua o en un paraje solitario de un río amazónico, configura la presencia excitante de la sirena, de acuerdo a la forma en que lo describen sus relatores. De rubia cabellera, con exuberantes pechos desnudos, con piel blanca que no es común entre las mujeres de esta zona, con cuerpo pura y bellamente humano hasta poco más abajo del ombligo, y una larga extensión recubierta de escamas a partir de allí hasta terminar con una gran cola de pez, son las principales características de la sirena.
En la cosmovisión de los amazónicos siempre está presente la sirena, que siendo el personaje femenino abre el espacio necesario para la aparición masculina que en este caso se dice del yacumama, que de acuerdo a sus descriptores tiene muchas formas. Unos hablan de que se manifiesta en la forma del delfín rosado 0 bufeo colorado como lo llaman los propios del lugar. De este hablan que encantado se transforma en forma humana y sale en busca de las bellas mujeres que habitan cerca de lagos y ríos para cortejearlas y hasta llegar a sostener relaciones sexuales. Se hablan de casos en que las ribereñas han parido seres que fueron producto de estas relaciones fantásticas.
Para ampliar la leyenda y ampliar la fantasía de la imagen del yacumama, otros desplazan al bufeo colorado o al delfín rosado para ubicar la figura de una gigante serpiente acuática que se acompaña de un séquito de grandes peces que forman su guardia de seguridad conformada por anguillas y sus ataques eléctricos, grandes bagres, tortugas y todos en conjunto llegan a sumar una potencia sobrenatural capaz de vencer cualquier oposición humana, para atacar o defenderse.
El agua es sin lugar a dudas un elemento plenamente vinculante a la vida ribereña de los amazónicos. Ella está estrechamente vinculada a su visión del mundo, ahí están dos personajes que están en el limbo de las interpretaciones y la ubicación definitoria: son leyenda o un mito, aunque para muchos, casi todos ellos mayores de edad, fue o son una realidad que late en la gran selva.
@ Fotografías Amazónico del Perú
No hay comentarios:
Publicar un comentario