lunes, 13 de abril de 2020

Un puente de los Andes a la Amazonía: Gerald Taylor y Jorge Gasché

Por : José Ribamar Bessa

En estos tiempos de Coronavirus - una “gripecita” según un “especialista” insano - dos investigadores que estudiaron las lenguas de la Amazonía se despidieron de la vida: el 1º de abril, el australiano Gerald Taylor (1933-2020), que residía en Francia y, el día 9, el suizo Jorge Gasché (1940-2020), nacionalizado peruano. 


El hombre que sabía javanés

Gerald Taylor, que hablaba 17 idiomas – uno de los cuales era javanés - se dedicó al estudio de las lenguas con la misma pasión devotada a la culinaria. Lo conocí el día que preparó en su “choza” de la calle Mouffetard, en París, un plato que aprendió en Indonesia: mariscos y arroz con clavo de olor, nuez-moscada, jengibre, culantro, acompañado de sambal – salsa con pimienta de pasta de camarón y limón. El ágape era para un amigo en común, el lingüista Alfredo Torero, que me llevó sin ser convidado. Fue suficiente para iniciar una amistad duradera y para conocer su trayectoria.

Con poco más de 20 años, Gerald recorrió la isla de Java, Italia y Francia, de donde embarcó en un navío carguero hacia México. Andarillo, descendió por Venezuela, Colombia, Ecuador y en Otavalos, escuchó por primera vez la lengua quechua, diferente de las variedades que escucharía enseguida en Perú y Bolivia. Saboreó, también por primera vez, la culinaria andina: cazuela de llama, cuy pururucado, rocoto relleno, locro con maíz tierno, quinua y trecientos tipos de papa.

Se encantó con las recetas registradas en quechua. Entró a fondo en el estudio de la lengua. Tradujo al francés y al castellano el Manuscrito Quechua de Huarochiri, obra clásica sobre mitología andina y “monumento de la literatura mundial”. Una abundante producción de libros y artículos lo tornaron en el mayor especialista de Francia en ese campo. Por eso, el mundo andino, que mucho le debe, lloró su partida.

Paté con tucupi

En el mundo amazónico, también debemos reverenciarlo. Aunque estuviera vinculado al Instituto Francés de Estudios Andinos, sus investigaciones bajaron de los Andes a la floresta. En Paris, lo invité a almorzar cuando mi madre, entonces en Francia, inventó una entrada: el paté de foie gras ensopado en tucupí – el sumo fermentado de la raíz de yuca - que ella trajera de Manaus. Taylor saboreó con deleite ese “paté al tucupi” – una herejía para los franceses. En aquella ocasión, comenté con él y con su colega Consuelo Alfaro que estaba encontrando en archivos europeos documentación relativa a la lengua general de la Amazonía. Embriagado por el tucupí, Taylor me sugirió escribir un artículo para la revista Amerindia de la Universidad Paris VIII, de cuyo comité editorial hacía parte.

El artículo Da “Fala Boa” ao português na Amazônia Brasileira, publicado en 1983, con el sello de la Universidad de Paris-Sorbonne e do CNRS – Centro Nacional de Pesquisa Científica, agudizó su interés por las lenguas amazónicas. No sé lo que pesó más: si el Nheengatu o el tucupí, lo cierto es que Taylor, guiado por el antropólogo Renato Athias, realizó tres o cuatro viajes al Río Negro en los años 1980. En uno de ellos, como no había el control rígido de hoy, llevó un frasco de tucupí con pimienta murupí en un vuelo de Air France a París. El tampón explotó con ruído de bomba, parecía champagne, y derramó el líquido amarillo, aromatizando el compartimiento de bagaje de mano. Se hizo el desentendido.

Si el tucupí se perdió, la lengua no. Taylor llevaba a Paris documentos, grabaciones, textos transcritos, léxicos, datos sintácticos, recogidos en su primer viaje a campo de apenas tres semanas, cuando registró relatos narrados en Baniwa y en Nheengatu por los indígenas Domingo de Souza Paiva, Viriato Plácido, Humbelino Plácido y Gersem Laureano. Voltvió un año después, convidado por el padre salesiano Afonso Casanovas. En un tercer viaje al Río Negro recogió una versión en tukano de las mismas historias, contadas por Agostino Freitas de la misión salesiana de Yauareté donde saboreó a quinhapira, el beijú, el tucupí y la farina do Uarini.

Koronavirus iodza

Erudito, construyó un puente entre narrativas andinas y amazónicas. Identificó además elementos de los cuentos de Perrault, Andersen, Grimm en algunos mitos que circulan en lenguas indígenas. Las historias de Juan y María, de Aladin, de Pulgarcito y tantas otras presentan color y personajes locales: Curupira, Matintaperera, Mãe-d’água, Cobra Grande. Los indígenas hicieron también, en la literatura, su “paté con tucupí”:

- “Ese aspecto híbrido de los cuentos populares que dialogan con narrativas tradicionales no deben sorprendernos. Fueron llevados al Rio Negro por misioneros italianos y alemanes, por militares y por nordestinos caucheros” – escribe Taylor después de un análisis minucioso de diversos textos, entre los cuales, los de Couto de Magalhães, Barboza Rodrigues, Silvio Romero, Câmara Cascudo.

El análisis lingüístico de las narrativas le permite concluir que “el baniwa de Içana (arawak) y el Nheengatu (tupi), a pesar de pertenecer a dos familias diferentes, poseen varias estructuras sintácticas en común”.

Ese Taylor era admirable! Apoyado en su trabajo de campo, escribió “Introdução à Língua Baniwa do Içana” (Unicamp, Campinas, 1991), en el que propone un alfabeto para transcribir la lengua, en base al análisis fonológico. Elaboró el “Breve Léxico da língua Baniwa do Içana” (Uneb, Salvador, 1999) y transcribió cuentos en varias lenguas del Río Negro publicados en el blog, inconcluso, que Renato Athias organizó con él. (https://baniwa.blogspot.com/)

Tal vez sus trabajos hayan contribuido de alguna forma en la elaboración del Informativo Idaanataakawa Koronavirus iodza hia komonidadinai organizado por Juliana Radler del Instituto Socioambiental y la autoría de varios indígenas de la FOIRN para orientar en la prevención y en el enfrentamiento al Covid-19, ahora en marzo de 2020. De ser así, valió la vida de Gerald Taylor, que de esa forma retribuyó la quinhapira y la farinha de yuca que degustó en el Rio Negro.

Retorno a la maloca

El espacio de esta columna del Diário do Amazonas se transforma en obituario. Ya había enviado el comentario sobre Gerald Taylor, cuando llegó la noticia de la muerte de Jürg Ulrich Gasche, Jorge, que en la década de 70 penetró en la floresta peruana y nunca más salió de allí, investigando lenguas y culturas amazónicas. Formado en antropología y lingüística por la Sorbonne y por la Universidad de Basilea, hablaba alemán, francés, español, polaco y ruso, se especializó en la lengua huitoto, secoya, bora y ocaina, en las que era fluente. El día en que recibió su título de nacionalidad peruana, escribió en un mural, en lengua huitoto: “Quiero a la tierra peruana y a su gente”.

“Su gente” era formada fundamentalmente por los grupos nativos. Jorge vivió más de 40 años en Iquitos y allí dirigió el Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana (IIAP), donde coordinó el proyecto “Biosociedade”. Fundó la Asociación de Apoyo a las Comunidades Nativas de la Amazonía (ANACONDA). Asesoró el movimiento indígena, investigó la “Historia del movimiento organizativo del pueblo Ashaninca” e “Historia de las organizaciones shipibo-conibo”. En el LXI Congreso de la SBPC en Tabatinga presentó el trabajo “Porque fracasan los proyectos de desarrollo de Amazonía”, cuando propuso la aplicación de los principios de la pedagogía intercultural a los proyectos de desarrollo.

Tuvo un papel importante en la formación de profesores bilingües y con ellos discutió la “Historia, función y conducta de los intelectuales indígenas en el entroncamiento de dos sociedades: los pueblos indígenas y la sociedad envolvente en la Amazonía peruana”, tema de su comunicación en el congreso internacional en Suiza, en 2001. Organizó un simposio con el título sugestivo “El intelectual orgánico en las relaciones interculturales. ¿Volver a leer Gramsci?”. Otro título provocativo fue el de su conferencia, en 2010, en la Universidad Nacional de Colombia: “La ignorancia reina, la estupidez domina y la conchudez aprovecha”. Autor de libros, entre los cuales “Sociedad Bosquesina”, definida por él como “la sociedad amazónica rural ‘que abarca tanto los pueblos indígenas como las comunidades mestizas, ribeirinhas, caboclas”.

Allí desarrolla su teoría social sobre “el retorno a la maloca”, a la aldea. Criticó el ex-presidente Alan García, que propuso la minería en territorio indígena. Publicó artículos en revistas especializadas de Europa y Estados Unidos. En Brasil, la Editora de la Universidad Federal de Roraima publicó un artículo en coautoría sobre “Questão ambiental, desenvolvimento sustentável, desigualdades sociais e proteção social na Pan-Amazônia”.

En el trabajo de campo para su tesis sobre ritual y política entre los Uitoto-muri, el antropólogo Edmundo Pereira, recuerda la generosidad de Gasché que abrió su biblioteca en Iquitos e intercambió informaciones. A partir de ese momento, se tornaron amigos. En el último encuentro que tuvieron, en el Museo Nacional en Rio, Jorge llegó con su inseparable valija de cuero en que guardaba una lata de Nescau llena de mambe conocido en el Río Negro como ipadu. Mambeador contumaz, le ofreció mapacho – el cigarro de tabaco amazónico. Curioso, Edmundo indagó como conseguía pasar en la aduana con aquella hierba:

- Digo que es un fitoterapéutico, muy bueno para artritis de viejo como yo.

Solamente nos resta evocar aquí las palabras de Edmundo al enterarse de la muerte de Jorge:

- Que Buinaima - el Creador de los Uitoto – lo guarde! (blog - http://jgasche.weebly.com/)

Fuente:  Taquiprati

lunes, 16 de marzo de 2020

Los Nahua, 20 años después

En cuarentena, Alerta Amazónica publica documentales de su valioso archivo.

"Para acompañar el confinamiento de nuestr@s amig@s por el Corona Virus, iremos compartiendo nuestros materiales periódicamente y de este modo ampliar el horizonte de nuestras respectivas casas"



martes, 7 de enero de 2020

Situación de los derechos humanos de los pueblos indígenas y tribales de la Panamazonía

La Panamazonía es uno de los territorios más biodiversos del planeta, con vasta riqueza cultural y biológica. Desde tiempos ancestrales esta región ha sido ocupada por pueblos indígenas y tribales, los cuales continúan desarrollando allí su vida de un modo tradicional. Asimismo, este espacio geográfico representa una fuente de subsistencia para todo el planeta por ser un bioma que funciona como estabilizador climático global.

La Panamazonía abarca cerca de 7 millones de km2, divididos entre nueve países y es hogar de 34 millones de personas, una parte considerable de las cuales pertenecen a alrededor de 350 pueblos indígenas, incluidos aquellos en situación de aislamiento voluntario y contacto inicial.

2. En los últimos años este territorio ha experimentado cambios complejos.  En el cumplimiento de su mandato, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (en adelante la “CIDH”, la “Comisión” o la “Comisión Interamericana”), ha recibido información preocupante acerca de graves problemas que afectan a los pueblos indígenas y tribales panamazónicos. Se ha observado graves afectaciones que resultan de diversos factores: el impacto producido por normas, políticas públicas y prácticas dirigidas a la extracción y explotación de recursos naturales, así como del desarrollo de megaproyectos de infraestructura o inversión sin consulta ni consentimiento libre, previo e informado.

Estas afectaciones ponen en riesgo la supervivencia física y cultural de esos pueblos, así como al medio ambiente. Más aún, se agudizan los retos advertidos por la CIDH a través de sus diversos mecanismos de protección y promoción de los derechos humanos plasmados en sus publicaciones anteriores, especialmente en los informes sobre Pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes y recursos naturales: Protección de derechos humanos en el contexto de actividades de extracción, explotación y desarrollo (2016) y Pueblos Indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial en las Américas: Recomendaciones para el pleno respeto a sus derechos humanos (2013).

3. Ante esta situación, la CIDH decidió elaborar el presente informe temático sobre la “Situación de los Derechos de los Pueblos Indígenas y Tribales en la Panamazonía”, con el fin de abordar la problemática de los pueblos que habitan este territorio a la luz de los estándares del sistema interamericano de derechos humanos.

 La formulación de este documento constituye la primera iniciativa conjunta con la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM), en el marco de la ejecución del Programa 12 del Objetivo No. 3 del Plan Estratégico 2017-2021 de la CIDH, que busca fortalecer los convenios con centros académicos de investigación e impulsar la formación de una Red Académica Especializada en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).

Leer Resumen ejecutivo





viernes, 2 de noviembre de 2018

Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía (Libro)

El libro Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía

César Calvo Soriano 


Es un libro que cuenta la historia del mundo desde la mirada indígena, un comienzo y un fin fuera de lo que se conoce en términos racionales.

Sobre el libro

Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía. Es uno más de esos libros que exploran el mundo de la magia y que, planeados como entrevistas o experiencias con un famoso chamán, buscan introducirnos de manera más o menos impertinentes o impostada, en la mentalidad mítica de los llamados pueblos primitivos.

Sinopsis

Manuel Córdova, el último de los brujos poderosos de la Amazonía, conocido también como Ino Moxo, es el protagonista de esta novela que desanda la historia del mundo desde la mirada indígena. Mediante alucinaciones producidas por la toma de Ayawaskha , droga sagrada de los hechiceros amazónicos, visionamos la relación entre Ino Moxo y su entorno, distinguiendo su identidad en tres parte indisolubles: amazónica, andina y costeña. El autor incorpora en Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía los nuevos acercamientos a la antropología que no intentan representar a la población indígena como miembros intemporales de una cultura estática ajena a las vicisitudes de la historia, y sí como productores de historias.

El autor

César Calvo Soriano nación en Perú en 1940. Considerado uno de los mejores poetas y narradores hispanoamericanos. Recibe el Premio Nacional de Poesía en 1975. Incursionó también en el periodismo, la música, la declamación, el cine y la televisión. Artista comprometido con sus ideales, luchó activamente por el reconocimiento de las comunidades andinas y amazónicas y el acercamiento a la cultura negra de la costa peruana. Su último libro, publicado póstumamente por el Congreso de la República del Perú en 2001, es un ensayo poético titulado Edipto entre los Inkas.
Capítulos
-Las Visiones.
-El Viaje.
-Ino Moxo
-El Despertar.
Epílogo

En apariencia, Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía es uno más de esos libros que exploran el mundo de la magia y que, planeados como entrevistas o experiencias con un famoso chamán, buscan introducirnos de manera más o menos impertinentes o impostada, en la mentalidad mítica de los llamados pueblos primitivos. Pronto sin embargo el torrente de imágenes en que nos sumerge nos hace descubrir que la excursión a lo exótico no es el impulso que guía a esta narración límpida y desconcertante. El desconcierto empieza con la estructura. Por comodidad podemos llamarlo novela, pero el libro acepta ser considerado como una serie de visiones que, en primera instancia se superponen de modo caótico y enhebradas apenas por la historia de una búsqueda. Esta no sigue una secuencia lineal, sino, más bien, es circular y recurrente por lo que a pesar de que sabemos que el protagonista tiene como meta encontrar a Ino Moxo, no llegamos a determinar en qué etapa de la búsqueda nos encontramos. Las escenas, entonces, parecen sucederse no por una relación de causa- efecto o progresión temporal, sino por la resonancia de una palabra, un tema, un personaje que actúan a modo de conjuros y convocan a otras escenas, anteriores o posteriores, cercanas o lejanas, nuevas o ya contadas. Exteriormente, sin embargo, el libro está dividido en cuatro secciones, cada una constituida por varias escenas, que no son compartimentos estancos ni necesariamente siguen un desarrollo cronológico. 

La última sección no da la clave del conjunto porque parece ser la única que está anclada en la realidad tal como solemos considerarla. El protagonista emprende la búsqueda del jefe amawaka Ino Moxo en las profundidades de la selva. Por supuesto, no importa saber por qué ni cuándo lo hace. La narración se instala en una geografía reconocible- se mencionan ríos, ciudades, direcciones-, pero el otro determinante básico, el tiempo, se enrosca como una gran serpiente o se disuelve como la bruma. Igual sucede con los motivos. Solo sabemos que esa búsqueda es esencial porque, como la de Telémaco, es la del padre. El protagonista es César Soriano y su primo 

César Calvo, uno de sus acompañantes; pero al final nos enteramos de que este último es real, y Soriano únicamente un desdoblamiento en la visión. Aunque el narrador no hace hincapié en ello, no se necesita ser demasiado observador para darse cuenta de que, siendo Soriano el apellido de la madre de César Calvo, el viaje iniciático se realiza, de ese modo, desde el vértice materno hacia el paterno. Ese padre no es el carnal- el pintor César Calvo de Araújo, también mencionado-, sino el espiritual, el que facilitará el acceso a la comprensión, Ino Moxo…

Fuentes

Libro “Las tres mitades de Ino Moxo y otros brujos de la Amazonía.”

EcuRed

jueves, 20 de septiembre de 2018

EL BOSQUE, EL MANEJO FORESTAL, LOS NARCOS Y SUS ALIADOS ESTRATÉGICOS DIRECTOS O INDIRECTOS


Por: Carlos Manuel Cabrejos Bobadilla
Abogado caminante de nuestra realidad nacional, 
para contrastar la utilidad del Derecho Forestal 
y de Fauna Silvestre.


El personal de una concesión, recibió la noticia que la concesión aparecía en el SIGO VERDE de OSINFOR (hasta hoy se tienen 2482 manejadores con sigo verde),[1] porque no había encontrado observaciones; no se les había aperturado el procedimiento administrativo único- PAU sancionador; y, se había archivado el informe ¡Eso era el logro para la concesión!

El logro no era, que tengas acreditación para mejorar tu imagen y confianza en el mercado; para que miren los compradores extranjeros; para que mejores tus precios; para que mejore la relación con la población y seas referente en el manejo en esa jurisdicción; nada de eso.

Con OSINFOR tuviste la suerte de que te archive el caso, pero no sabemos para la próxima. Porque en el sector forestal, fluye esa nube gris, que cubre a todos como ilegales, como delincuentes. Así lo publica Estados Unidos, así lo publica de manera coincidente OSINFOR, las ONGs y medios de comunicación aliados. Así lo entienden y te tratan los fiscales. Así se creó consciencia en los vivientes amazónicos, manejadores e industriales. Así lo entiende los mineros, los cocaleros, los palma aceiteros, los arroceros, los madereros (manejadores) son ilegales, ellos afuera, nosotros nos quedamos en el bosque como pobres campesinos o empresarios, los madereros afuera.

La noticia del SIGO y el archivo del informe, generó la encomienda a todo el personal de continuar con el cumplimiento del trabajo técnico para seguir en el SIGO VERDE, para que los clientes no tengan problema alguno, que no los paren en los puestos de control o los almacenes o la exportación.

En Perú, el resultado de la supervisión por OSINFOR de que cumplas las reglas de manejo forestal, no te da ningún crédito, ningún reconocimiento o certificación por la autoridad, sino OSINFOR solo archiva tu informe de supervisión. A contrario sensu, en México su propia Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, prevé que el Estado tiene por función certificar el cumplimiento del programa forestal una vez que el ciudadano pasa las auditorias. Además, prevé la aprobación de presupuestos para certificar.[2]

Llega las 8:00 a.m. del día 5 de setiembre del 2018, ingresan una columna al área de concesión, privan de la libertad a todos los trabajadores por más de 2 horas, señalándoles que esto es un aviso, que se retiren o abandonen el área, sino van a regresar a destruir todo y no tienen problema de meter bala e ir a la cárcel del kilómetro 8 de la carretera Federico Basadre.

Se va a la Autoridad Regional Forestal, se presenta la denuncia, luego se presenta la denuncia a la Fiscalía Especializada, sobre secuestro y coacción. Sin tener respuesta alguna de apoyo por las autoridades involucradas.

Llega la 5:30 p.m. del día 9 de setiembre del año en curso, ingresan al área de concesión una columna armada, golpean al personal roban los equipos de geo referenciación, el motor generador de electricidad, entre otros equipos y pertrechos; destruyen el campamento y se llevan a un brujulero de las brigadas de campo.


Se vuelve a ir a la Autoridad regional Forestal, a la Policía Nacional, al Ministerio Público y nada, ningún apoyo siquiera para ir a recuperar al desaparecido. Los propios trabajadores arriesgando sus vidas, van en búsqueda del compañero de trabajo, lo encuentran a las 4:00 a.m. del día 10 de setiembre amarrado a un árbol. Todos salen del área de concesión. 

En la mañana del día 10 de setiembre, viene la conversación con el Fiscal Provincial, quien señala que es una zona cocalera, que debe tener plan de contingencia, debe coordinar para el apoyo policial, debe pensarse en el transporte, la alimentación de los efectivos policiales, etc. La autoridad regional forestal, señala que ellos no pueden hacer nada y que se debe pedir apoyo a Fiscalía.

La oficina desconcentrada de OSINFOR queda a 4 horas de distancia y las respuestas a las denuncias por este tipo de conducta es que ellos no pueden intervenir porque no es su función, no tienen competencia.

El GEOBOSQUES del Ministerio del Ambiente, no tiene oficina regional y su teledetección ni siquiera ha identificado donde están estos cocales y las pozas de maceración. Su procurador ambiental, a las justas se apersona con un escrito a las investigaciones fiscales o procesos judiciales que procesan no al cocalero o narco que destruye bosque sino a los que le abren al titular de título habilitante.

Para DEVIDA que actúa en sociedad con los Gobiernos Locales, estos cocaleros narcotraficantes, no son problema, sino su población objetiva, son los pobres campesinos explotados que van a destruir bosque y sembrar coca para subsistir. Con esa justificación falsa, porque saben y esconden el hecho que el tráfico de tierras en bosque paga de S/. 3,000.00 a S/. 30,000.00 por hectárea, según la cercanía a pistas o ríos, sin hablar del precio del kilogramo de pasta básica o de los que pagan por cosechar coca por kilo. Así, dedican su presupuesto que viene de empréstito público para pasarle máquina a las carreteras, para construir puentes a estos caseríos, fomentando la violencia con los titulares de títulos habilitantes. Sin advertir que estas carreteras son hechas por los titulares de títulos habilitantes, bajo un plan general de manejo forestal, para acceder a su área y luego terminan siendo el acceso de cocaleros y narcos que se adueñan de la misma. DEVIDA con los gobiernos regionales, le ponen de sus proyectos, dinero fresco para construir puentes, raspar las misma y justificar la dilapidación de ese dinero, justificado porque hay que servir a los afectados por la erradicación, a los supuestos pobres que venden su hoja de coca o luego de procesarla su pasta básica al narco.

Es decir, el cocalero y el narco, van invadiendo e imponiéndose con terror en el monte, apoyados directa e indirectamente, por la inacción de las autoridades para el control de sus conductas ilegales y las conductas contra los titulare de títulos habilitantes. Y financiados por DEVIDA y los Gobiernos Regionales, quienes ponen como condición que no se deje pasar a los titulares de títulos habilitantes.

Los vivientes de otras zonas, también nos informan que los narcos, no los dejan siquiera montear (tradición de cazar para subsistir), es decir, las columnas de brashicos que le llaman la “La Confederación” (columna aproximadamente de 30 hombres debidamente armados equipados), que chalequean, como se dice en jerga subterránea, a los narcos en estas zonas, ahora intervienen a todos a efectos de que ingresen a las zonas que ellos dominan. Estamos hablando de zonas que están a dos o tres horas en bote de Pucallpa, sea por la carretera Federico Basadre o por el rio Ucayali. A ellos, como a todos los vivientes de la llanura aluvial o bosque inundables, el Estado no llega con formalización.

Ante ello los propios pobladores me señalan, "la gente se está yendo a trabajar para la cosecha de los narcos, porque no llega la formalización y ellos pagan por kilo cosechado". Estas personas, cuando se aprobaron el Decreto Legislativo Nº 1220 y 1237, fueron los primeros perseguidos y encarcelados. Así, todos saben que la formalización del Estado no va a llegar y si van a trabajar su producto forestal maderable aun siendo de sus predios, en las ciudades los van a encarcelar o coimear.

Al cocalero y al narco, le interesa que nadie ingrese monte, le interesa un monte libre sin presencia del Estado. No les interesa ni les conviene que el Estado ejerza su función de formalizar y promoverá los vivientes amazónicos, porque pierden población cautiva. No le interesa además, que el manejo forestal de resultado en monte, el titular de título habilitante es un peligro. Porque necesitan la libertad de no ser mirados, de no ser georeferenciados, de no tener vecino ni a la autoridad.

Las rondas campesinas, lo he señalado, se forman en la selva, para ser el brazo violento de los invasores, cocaleros y narcotraficantes, gestando huelgas, violencia contra los titulares de títulos habilitantes, mesa locales para levantar huelgas e imponer las mismas su agenda.

Así cuando vemos que OSINFOR los llama para que sean sus veedores de sus supervisiones, cuando los veo que gestan capacitaciones con nuestro presupuesto público, advierto ese gravísimo error, porque los empodera, porque asumen que su agenda es la adecuada y presionan para expectora al titular de título habilitante del bosque. Eso a su vez hace inentendible la visión de OSINFOR, porque caduca o sanciona con multas altísimas a quienes de una u otra manera custodian los bosques. A los invasores, les pide autorización para que ingresen a las áreas de concesión, los capacita, los llama de veedores, privilegiando y posicionando a los invasores y a los narcos en la realidad.

Fiscalía Ambiental, como para ellos no es tala ilegal, la tala realizada para otros fines que no sea el aprovechamiento forestal maderable. Su definición señala que tala ilegal está vinculada al aprovechamiento que se hace usando títulos habilitantes y planes de manejo.[3]Con esa definición restringida, bajo la cual cumplen su función, cuando un titular de título habilitante va a la Fiscalía a denunciar a los invasores cocaleros y narcotraficantes, no apoyan, no investigan, y finalmente archivan las denuncias. A contrario sensu, si reciben un informe de OSINFOR contra el titular de título habilitante, esa denuncia sigue hasta el final, se busca sentenciar con el máximo de la pena.

Sumado a ello, es la publicidad continua, constante, de la información negativa del sector forestal, magnificándola y sin vincularla a los porcentajes totales de producción forestal nacional para determinar su real dimensión. Lo entendemos, en un marco, no de gestionar esta información y gestar estrategias de intervención para reducirlos estos indicadores negativos. Si no, solo con el fin de golpear o restar confianza a la imagen del productor y producto forestal nacional en el mercado. Se obvia decir, que Perú importa productos forestales que llegan a 1,200 millones de dólares. Siendo la exportación nacional de 100 o 120 millones de dólares.[4]

Esta forma de difusión de información usa a su vez al rebote de las ONGs aliadas y medios de comunicación. Coincidentemente las ONGs tienen alguna vinculación con USAID y determinadas fuentes de cooperación internacional de la cual nunca dan cuenta, porque no tienen transparencia financiera que es la que reclaman al sector forestal y al gobierno.

Así vemos como de manera coincidente comulgan las agendas de los invasores, cocaleros y narcos (los del VRAEM y los de la Confederación de Brasil) que quieren monte sin titulares de títulos habilitantes, quienes un monte libre de manejadores y de presencia del Estado (nunca la tuvo); la agenda de OSINFOR y otras instituciones del Estado (solo el titular de título habilitante es el culpable de la tala ilegal); la de Estados Unidos para implementar el Anexo Forestal del TLC (creación de OSINFOR; endurecimiento penal; constantes cambios normativos en gestión elaborados por los consultores eternos que no aterrizan en la realidad); la ONGs asociadas al discurso y determinados medios de comunicación que sirven de caja de resonancia de la información negativa que publica constantemente OSINFOR para atacar a la imagen y confianza del productos forestal nacional; la agenda de la cooperación internacional de Estados Unidos y otros países.


La agenda de OSINFOR y sus aliados estratégicos, no están vinculadas al enfoque preventivo para reducir los indicadores negativos, sino está vinculada a seguir persiguiendo, a supervisar con posterioridad a la aprobación de los planes operativos, con el finde mantener los indicadores negativos y continuar con la campaña publicitaria en contra del sector. Así se encuentra desarrollado su proyecto de Decreto Legislativo que busca ser aprobado en esta delegación de facultades (Ley 30823). Nada para atender la certificación de quien tiene un informe de supervisión favorable, nada de comerse el pleito e ir a campo a luchar o combatir contra los cocaleros y narcos que invaden bosques y concesiones, nada de eso, solo quieren lo fácil, las autorizaciones de cambio de uso y desbosque emitidas que en el Perú llegarán a 100 hectáreas, mientras que la deforestación, lo ilegal llega a 165,000 has año. Esas grandes tareas no las quieren asumir. Les preocupa mantener su cuota de poder que se maneja conforme se puede advertir del comunicado de PROETICA,[5] bajo el tufo de que se cae el TLC con Estados Unidos (si el mismo discurso que nos costó 35 muertos en el Baguazo), que si se cambia al Presidente Ejecutivo o al modo de designar al funcionario de confianza se atenta con la independencia de OSINFOR, sin advertir que tienen mas de 8 años sin que se lleve a cabo el concurso público que exige su norma para designar a su presiente ejecutivo. Es decir, los supervisores de la legalidad, viven en ilegalidad manteniendo encargado al presidente ejecutivo. Parece ser que la ilegalidad de sus amigos, nos les parece mal a sus aliados estratégicos (ONGs y embajada de Estados Unidos). No tienen el ánimo de controlas la tala ilegal pura, la que se produce fuera de títulos habilitantes o de categoría de ordenamiento, la pregunta es por qué no monopolizan estos actos. El cambio de uso y el aprovechamiento forestal ilegal, que es donde corre bala, donde los ilegales los combate el propio titular de título habilitante sin apoyo de nadie, allí no quiere entrar OSINFOR, les gusta supervisar y trabajar en sus oficinas en la ciudad capital. Contra eso no quieren luchar. 

Al otro lado, se encuentra abandonada la agenda de los titulares de títulos habilitantes que se esfuerzan en custodiar bosques e imponer el manejo forestal, de gestar la trazabilidad, cuyos resultados positivos se van desconociendo y escondiendo por OSINFOR, sus aliados y sus cajas de resonancia. Al otro lado, está la agenda de los vivientes de la llanura aluvial, que dedicados a las actividades forestales o agroforestales y buscan ser formalizados, lo cual nunca llega y si llega, llega a través de una consultoría que sus términos de referencia nada tienen que ver con lo que demanda la población que es pagada por los programas que se financian con empréstitos a la banca internacional que terminamos pagando todos los ciudadanos con nuestros impuestos. Sobre esta agenda, no existió petición de delegación de facultades. Eso no es de interés de Estados Unidos, de SERFOR, de OSINFOR, de las ONGs aliadas, de ningún Ministerio. Así son las cosas en nuestra Patria.


Advertimos que en la Ley Nº 30823 de delegación de facultades, sobre la aplicación al manejo forestal y de fauna silvestre del Régimen Agrario, deviene en una reiteración inoficiosa porque ya se encontraba prevista en la Tercera Disposición Complementaria Final de la Ley Nº 29763, Ley Forestal y de Fauna Silvestre, que tiene hasta hoy casi 3 años de vigencia (1 de octubre del 2015), sin que haya causado ningún efecto positivo en el sector forestal, porque los problemas son otros y de mayor envergadura. Siendo que en la exposición de motivos de la Ley Nº 30823, se señala que se pretende ampliar el plazo de duración a 30 a años, sin que ello se haya desarrollado en el texto normativo. Ello nos advierte que existe una agenda que no es la del sector forestal a partir de la cual se usa al sector forestal y al piscícola. Ojalá y no terminemos en ese sendero de ser usados para apoyar a otros sector. Se decía en los salas de los Ministerios mientras hacia el 2006 o 2007, en que se negociaba el TLC Perú Estados Unidos y la posterior Anexo Forestal, que se tenía que sacrificar el sector forestal para que salgan adelante el sector agroindustrial y otros. Creo que como sector forestal ya hemos pagado muy grande esta factura y debe merecer otra suerte a partir de otro trato de los actores políticos. El sector puede ser una palanca de desarrollo si se invirtiese quizá el 50% de lo que se ha invertido para la infraestructura hídrica usada en la agroindustria para la costa. Ya es tiempo de que se deje de usar al sector forestal para atender agendas que no son las suyas y se le brinde la atención en virtud a la real importancia que tiene para la Amazonía, para el Perú y el mundo. 

Dios quiso que no relatemos la muerte de un trabajador forestal, en el marco de inacción de funciones de quienes deberían apoyar al titular de título habilitante y a un trabajador en peligro. Porque sabemos que iba a ser una estadística más sin resultado alguno, como dice Héctor Lavoe, iba a ser noticia de un periódico de ayer.

Gracias OSINFOR, gracias Ministerio Público, gracias Estados Unidos, gracias ONGs y medios de comunicación vinculados, ya lograron su objetivo. Los titulares están saliendo del bosque y los invasores, cocaleros y narcos ya lo dominan. Han construido con la acción e inacción estatal y sus aliados, el escenario perfecto para los narcos instalados en Puerto Inca en las cuencas tributarias del Pachitea, en Aguaytía en las cuencas tributarias del rio del mismo nombre o del rio San Alejandro. O los narcos de la Confederación (Brasil) que se han instalado y dominan las cuencas tributarias del rio Ucayali pegadas frontera de Brasil. Todo ello a menos de dos horas de Pucallpa, en cualquier de sus rutas (terrestre o fluvial), el narco domina el bosque, gracias a la implementación del Anexo Forestal del TLC con Estados Unidos.

[1] https://observatorio.osinfor.gob.pe/Observatorio/Home/listaVerde

[2] http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGDFS_050618.pdf

[3] https://portal.mpfn.gob.pe/descargas/normas/r45879.pdf

[4] https://semanariocomexperu.wordpress.com/balanza-comercial-forestal-en-rojo/

[5] https://www.ciel.org/news/gobierno-peruano-amenaza-independencia-osinfor/

sábado, 18 de agosto de 2018

Propiedades Medicinales del Chuchuhuasi

Por: Dr. Alberto Salazar Granara. 
Centro de Investigación de Medicina Tradicional y Farmacología  de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad de San Martín de Porres. 

El chuchuhuasi ha sido utilizado por siglos con fines medicinales por los indígenas del 
Amazonas tropical de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. 

En la literatura etnobotánica de la Amazonia, se suele aplicar el nombre vernáculo de chuchuhuasi o Chuchuwasha, tanto a especies de los géneros Maytenus (Celastráceas), como de Heisteria (Olacáceas), siendo Maytenus macrocarpa la especie más citada.

El chuchuhuasi, Maytenus macrocarpa (Ruiz y Pavon) Briq. es un árbol grande, de la familia de las Celastráceas. Presenta ramas verticiladas, ramitas foliares anguladas, hojas enteras, coriáceas; oblongo-lanceoladas o elípticas, acuminadas, emarginadas; lustrosas en el haz; 10-20 cm de largo. Inflorescencia axilar. Flores diminutas, cáliz colorido, pétalos obovados, blanquecinos. Fruto en cápsula obovoide. Semillas oblongas con arilo blanco.

Las partes utilizadas son la raíz, la corteza y las hojas, y las formas de preparación más habituales son las maceraciones alcohólicas o acuosas, y las decocciones. Las vías de administración son la oral, y la tópica. 

Al ser ampliamente utilizadas en toda la Amazonía del Perú, la corteza tiene un valor económico por sus usos medicinales y especialmente por ser uno de los ingredientes preferidos por la población, al macerar con aguardiente, al que le aporta un sabor y coloración muy apreciados. 

La sobreexplotación y el hecho de que la extracción de la corteza suele matar a un árbol que puede tardar unos 30 años en crecer lo suficiente para producir una corteza del grosor adecuado, hace que en la actualidad resulte cada vez más difícil encontrar árboles de chuchuwasha en lugares relativamente cercanos a los núcleos de población.

Las patologías o eventos en los que se emplean principalmente son en el reumatismo, la artritis, lumbago, resfriados, bronquitis, diarreas, hemorroides y fisuras en pezones. Otros usos medicinales del chuchuhuasi son antidisentérico, antihelmíntico, para tratar la esterilidad femenina y como afrodisiaco.

Estudio completo en:

(PDF) “Las propiedades del chuchuhuasi” -.... Available from: https://www.researchgate.net/publication/271215423_Las_propiedades_del_chuchuhuasi_-_Propiedades_Medicinales_del_Chuchuhuasi [accessed Aug 18 2018].

lunes, 30 de julio de 2018

El origen del coco en la región San Martín



Autor: William Rodríguez Trigoso
El coco es una  palmera oriunda de Asia cultivada en muchas partes del mundo,  fue introducida en la ciudad de Tarapoto en el siglo XVIII  por dos misioneras españolas de nombres Camila y Manuela Morey.

Esta planta fue sembrada alrededor de las cuatro esquinas de la plaza de armas, al paso de los años se hicieron árboles muy gigantescos por su fácil adaptación al clima tropical de la región; de la cual dio origen a una producción permanente que se diseminó por toda esta vasta zona y en especial el valle del Huallaga Central, luego empezó la colonización de estos lugares,  grupos de familias procedentes de Tarapoto  que salían en busca de nuevas tierras llegaron hasta Pucacaca siendo en la actualidad dicho distrito el centro de cultivo y explotación de esta palmera muy apreciada. Así mismo, es de gran importancia hacer mención que los primeros pioneros de la siembra de coco fueron los señores Benjamín Trigozo, Nieves García, Pascual Guerra, Lucas Vásquez, Sebastián Vásquez, entre otros.

La producción en aquellos años solo servía para autoconsumo y para la crianza de cerdos, posteriormente fue llevado por los viajeros llamados balseros a la ciudad de Iquitos, en su recorrido por el Huallaga, Marañón, Ucayali y Amazonas servía como trueque y se hacía con plátanos, pescado, carne del monte y sal, dichos productos servían para saciar el hambre de estos balseros ya que su recorrido por estos ríos duraba por un  espacio de 20 días hasta su destino final que era la  ciudad de Iquitos.

INTRODUCCIÓN DE NUEVAS ESPECIES DE COCOTERAS EN LA REGIÓN
SAN MARTIN

Allá por los años de 1960 Pucacaca se convierte en la capital comercial del Huallaga central dando paso a la construcción de un aeródromo que facilitó el transporte de la población, luego se abre una línea de agencias de aviones de la compañía SATCO y FAUCETT teniendo como representante al señor Manuel Arévalo Ruiz comerciante próspero de esa época, pionero de la introducción de nuevas especies como el ganado vacuno, equino  y plantas como el coco amarillo.

Aproximadamente, por  los años de 1980 en Tarapoto se establece una parcela demostrativa de cocoteros de propiedad de la empresa  SELVA INDUSTRIA, se introduce especies híbridas como el coco malasino; la producción de estas especies duró  por espacio de 15 años, entendiendo  que variedades de plantas genéticamente modificadas no serán plantaciones provechosas que darán resultados en el tiempo.


EL COCO MITIGÓ LA HAMBRUNA EN PUCACACA EN EL AÑO DE 1990
El Perú en dicha época atravesó la crisis económica más grande de su historia, la caída de la economía lo llamaron “PAQUETAZO”,  hubo la más grande inflación económica y una escases de alimentos,  en Pucacaca el coco fue un sustituto alimenticio para la producción de majar, cocadas, turrones, el agua como bebida rehidratante y la producción de aceite para abastecimiento de la población local,  convirtiéndose en industria por un periodo corto para el abastecimiento de uso domestico


EL COCO COMO INDUSTRIA

En la época de 1984 un próspero empresario de nombre Alberto Vega Candiotti  llegó al distrito de Pucacaca por invitación de un amigo, luego le despertó una magnífica idea e instaló la primera planta deshidratadora de coco rallado,  producto que fue comercializado por muchos años en la ciudad de Lima para la industria más grande de helados del Perú conocida como la DONOFRIO.

Posteriormente, en la década del  año 2000 se instalaron nuevas plantas deshidratadoras coco cuyos propietarios son  personas que han emigrado del norte y la sierra del Perú atraídos por la gran riqueza de nuestra región. Hoy en día Pucacaca produce el mejor coco aromático de Perú y  gran parte de su producción es exportada a diferentes partes del mundo.  Pucacaca también es conocida como el centro piloto de la producción y la transformación del coco, donde el 75% de la producción nacional constituye al departamento de San Martín.

EL COCO HECHO CARBÓN


                En la actualidad Pucacaca procesa alrededor de 25 mil cocos diarios, de dicha actividad se aprovecha la pulpa para su industrialización y el resto de producto es desechado como la fibra y el endocarpio de coco.

El señor William Rodríguez Trigozo  poblador del distrito de Pucacaca y técnico enfermero de profesión, siendo  conservacionista activo, además de una habida curiosidad científica, un gran amor y respeto por la naturaleza y tristeza por el deterioro de la ecología de nuestra región San Martín hizo un reto de aportar algo para paliar la deforestación de nuestros pocos bosques que nos quedan,  dio nacimiento a un producto llamado Carbón Ecológico elaborado de la cáscara de coco, este insumo energético de origen vegetal convertido en briquetas puede ser en gran  parte el sustituto del carbón tradicional y una de las ventajas es  que ya no se necesita talar árboles para producirlo.

El proyecto denominado Carbón Ecológico de cáscara de coco viene siendo fomentado desde el año 2008 según lo fundamentado por el autor, es el primer proyecto piloto en La región San Martin, a través del cual se busca tomar conciencia ambiental aprovechando nuestros recursos naturales de forma adecuada y responsable, de esta manera se logrará disminuir la tala ilegal de árboles para la producción de leña y carbón, entendiendo a la vez que nuestro departamento de es el más deforestado del país. Así mismo se insta a la población a aprovechar muchos residuos de cosecha en un futuro no muy lejano tales como: la cáscara  de café, arroz, sachainchi, almendra, coco, mazorca de maíz, bagazo de caña, entre otros productos, como fuente renovable para la producción de combustibles alternativos no maderables. La producción de carbón de todos estos recursos mencionados transformados en briquetas alcanza un poder calorífico superior al carbón de leña por la cual consideramos el proyecto de vital importancia para nuestra comunidad,  nuestra región  y nuestro país.

jueves, 17 de mayo de 2018

La Amazonía, la despensa de Perú

Por: Rocío Franco
ONU

La asociación Amazónicos por la Amazonía de Perú promueve la colaboración entre las comunidades nativas y los grandes cocineros del país para fomentar los alimentos autóctonos, cuya producción ayuda a preservar el medio e impulsar el desarrollo social y económico de la zona.

La Amazonía cubre el 60 % de la superficie de Perú y genera una amplia variedad de productos que las poblaciones locales utilizan en actividades esenciales para su vida, como son la medicina o la cocina.

Uno de los grandes problemas de la región es que se ve fuertemente amenazada por la deforestación, que arrasa alrededor de 170.000 hectáreas cada año, dañando la zona y las personas que en ella residen.

En este contexto, la organización no gubernamental Amazónicos por la Amazonía de Perú pone en contacto a las comunidades nativas y los grandes cocineros peruanos con el objetivo de fomentar la producción y el consumo de los alimentos de la zona.

Productos con sabor a conservación

La asociación utiliza la gastronomía como una plataforma de desarrollo.

La promoción parte de las poblaciones amazónicas, que durante miles de años han incorporado estos productos a su forma de vida. “Es necesario empezar desde las comunidades, porque son ellos los que habitan esas montañas, navegan esos ríos, comen esos peces y se alimentan del agua de esas palmeras”, indica Karina Pinasco, directora ejecutiva de la organización.

Permitir que la gastronomía de Perú se mantenga en la élite mundial.

Cerca de ochenta comunidades presentan sus productos y técnicas culinarias a los maestros de la cocina, quienes se encargan de adoptarlos para sus creaciones. De esta manera, los grandes cocineros del país, desde la élite del sector, se encargan de promocionar la despensa que les ofrece la Amazonía.

En palabras de Miguel Tang, director del Programa Economías Verdes de la organización, se trata de “permitir que la gastronomía de Perú se mantenga en la élite mundial generando modelos de desarrollo a través del aprovechamiento sostenible de los recursos de los bosques amazónicos”.

Desarrollo a todos los niveles

Miguel explica que este modelo constituye una nueva tendencia que puede dar lugar al desarrollo económico de las comunidades a partir de los recursos que tiene el bosque, sin necesidad de sembrar cultivos no sostenibles.

Con productos como la semilla de macambo, un fruto amazónico de la familia del cacao, se puede cocinar un guiso y producir helado o mantequilla, pero también se puede disminuir la erosión del suelo y, por lo tanto, prevenir la deforestación.

“El ADN de la Amazonía es mantener la diversidad de los bosques, produciendo alimento y servicios ambientales”, añade Miguel.

Pero la organización no solo trabaja en favor del progreso económico y el desarrollo ambiental, sino que también promueve el avance social.

Por ejemplo, la Concesión para la Conservación Alto Huayabamba se encarga, entre otras cosas, de la producción de quinoa orgánica en los bosques altos andinos. Como parte de su acuerdo con la concesión, en doce años, se han generado alrededor de mil puestos de trabajo y se ha conseguido que cerca de tres mil niños puedan disminuir su índice de malnutrición.

Una cuestión de orgullo
Amazónicos por la Amazonía de Perú utiliza la gastronomía, desde la producción de alimentos hasta la restauración, para integrar a los peruanos y conseguir que se sientan orgullosos.

lunes, 30 de abril de 2018

La necesidad de comprender la justicia indígena

Por: Juan Carlos Ruiz Molleda


 Ante el linchamiento y ejecución del presunto responsable del asesinato de la lideresa del pueblo indígena shipibo konibo Olivia Arévalo queremos decir lo siguiente:

1.       Lo primero es condenar y repudiar la ejecución del presunto responsable de la muerte de Olivia Arévalo. Nada, absolutamente nada justifica el asesinato de esta persona por más, responsable que sea de la muerte de la lideresa indígena mencionada. La violencia no soluciona los problemas, antes bien desencadena un espiral de violencia, cuyas consecuencias estamos viendo y lamentando.

2.       Lo que ha ocurrido con el presunto autor del asesinato de Olivia Arévalo no es justicia indígena y nada tiene que ver con ella. De acuerdo con el artículo 149 de la Constitución, las autoridades de las comunidades campesinas y nativas pueden impartir justicia, dentro de su territorio, de acuerdo a sus costumbres, pero siempre con pleno respeto de los derechos humanos de los que procesa.

3.    Lo que ha ocurrido con el presunto responsable del asesinato de Olivia Arevalo, es un acto de ajusticiamiento y de linchamiento contra una persona, a quien nunca se le permitió ejercer su derecho a la defensa, y a quien se le impuso una sanción con extrema crueldad.

4.       Si bien el artículo 2.19 de la Constitución Política reconoce el derecho a la identidad cultural, es decir el derecho de los indígenas a vivir de acuerdo con sus propias culturas. Estas costumbres tienen un límite, cual es el respeto de los derechos humanos.

5.       Si no se respetan elementales derechos fundamentales y mínimas garantías del debido proceso, no estamos ante un juicio justo. La Corte Suprema de Justicia en el Acuerdo Plenario N° 1-2009/CJ-116, ha establecido como derechos y como límites de la justicia indígena “la vida, la dignidad humana, la prohibición de torturas, de penas y de tratos inhumanos, humillantes o degradantes, la prohibición de la esclavitud y de la servidumbre, la legalidad del proceso, de los delitos y de las penas –bajo la noción básica de „previsibilidad‟ para evitar vulnerar el derecho a la autonomía cultural”.
Ver http://www.derecho.usmp.edu.pe/cedp/jurisprudencia/Acuerdo%20Plenario%20N1_2009.pdf

6.       De igual manera, la Corte Suprema de Justicia en el Acuerdo Plenario N° 1-2009/CJ-116 ha establecido en qué casos, la justicia indígena puede violar los derechos humanos. En palabras de esta
“será de rigor considerar como conductas que atentan contra el contenido esencial de los derechos fundamentales y, por tanto, antijurídicas y al margen de la aceptabilidad del derecho consuetudinario, (i) las privaciones de libertad sin causa y motivo razonable –plenamente arbitrarias y al margen del control típicamente ronderil-; (ii) las agresiones irrazonables o injustificadas a las personas cuando son intervenidas o detenidas por los ronderos; (iii) la violencia, amenazas o humillaciones para que declaren en uno u otro sentido; (iv) los juzgamientos sin un mínimo de posibilidades para ejercer la defensa –lo que equivale, prácticamente, a un linchamiento-; (vi) la aplicación de sanciones no conminadas por el derecho consuetudinario; (vii) las penas de violencia física extrema –tales como lesiones graves, mutilaciones- entre otras”. Ver http://www.derecho.usmp.edu.pe/cedp/jurisprudencia/Acuerdo%20Plenario%20N1_2009.pdf)

7.       Asimismo, la justicia indígena debe respetar un conjunto de garantías mínimas del debido proceso para asegurar la realización de un proceso justo, destacando entre estas el derecho a la defensa del que está siendo sometido a la justicia indígena. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional ha establecido en el fundamento 76 de la sentencia No 02765-2014-AA (Ver https://tc.gob.pe/jurisprudencia/2017/02765-2014-AA.pdf), el “derecho de la persona acusada de tomar un conocimiento certero de los hechos que se le atribuyen, a fin de poder articular una estrategia de defensa, el derecho a que, en la medida de lo posible, las faltas y sus respectivas sanciones estén adecuadamente reguladas en el estatuto de la comunidad. De no ser ello factible, que las decisiones que se adopten fundamenten la aplicación del derecho consuetudinario en cada caso, y el derecho a que la persona acusada tenga la oportunidad y el tiempo necesario para preparar su defensa, lo que conlleva la posibilidad de que pueda presentar y sustentar sus argumentos”.

8.       Los responsables de la ejecución del presunto responsable del asesinato de Olivia Arévalo deberán asumir su responsabilidad por lo que han hecho. El Poder Judicial, el Ministerio Público y la Policía Nacional del Perú deben procesar a los responsables, con pleno respeto de las garantías de debido proceso.

9.       De acuerdo con el artículo 10.1 del Convenio 169 de la OIT, los operadores de la justicia estatal tienen la obligación de “tener en cuenta” las características económicas, sociales y culturales, al momento de impartir justicia a los responsables del ajusticiamiento del presunto responsable de la muerte de Olivia Arévalo. Esto implica realizar un peritaje antropológico, proporcionar a las personas que ajusticiaron al presunto responsable defensa legal e intérpretes. Asimismo, se debe evaluar la aplicación del error de comprensión culturalmente condicionado contenido en el artículo 15 el Código Penal, pues no estamos ante una sociedad y un Estado monocultural. Los lamentables hechos no pueden terminar de entenderse, por fuera del contexto y la matriz cultural de los pueblos indígenas.

10.   No se trata solo de la agresión a un miembro del pueblo indígenas shipibo konibo, de por si deplorable y lamentable. Como han señalado diferentes personas y medios en las redes sociales, el asesinato de Olivia Arevalo es una duro e irreparable golpe al pueblo indígena shipibo konibo, por todo lo que ella representaba para ellos. Era la tradición viva, por lo que sabía en términos de conocimientos de plantas, cantos, historias, memoria colectiva, etc. En tal sentido, su asesinato no solo es un ataque a una familia, sino a un pueblo, que viene siendo agredido permanentemente. Por tanto, urge una perspectiva intercultural para comprender las razones de ambos crímenes.

11.   Finalmente, el problema no acaba sancionando a los responsables de la muerte de Olivia Arévalo y de su presunto asesino. Estos hechos revelan un problema de fondo que debe ser atendido si queremos que estos hechos no se repitan. Nos referimos al abandono y a la indefensión de la población indígena por parte del Estado, lo que significa dejar a estos pueblos a merced de traficantes de tierras, madereros ilegales, sicarios y demás grupos delictivos, que intentan despojarlos de sus territorios. En efecto, en el 2013 asesinaron a Mauro Pio Pena, Apu de la comunidad nativa asháninka de Hawai en la selva central, por madereros ilegales. En el año 2014 mataron a 4 líderes de la comunidad nativa asháninka Alto Tamaya Saweto en Ucayali. En el año 2015 amenazas a líderes shipibo conibo de la comunidad nativa Santa Clara de Uchunya por traficantes de tierras. En el año 2017 se tuvo que sacar a Huber Flores de dicha comunidad pues fue amenazado de muerte por sicarios y por traficantes de tierras. En todos estos casos, las investigaciones no han dado resultado, quedando en la impunidad los autores de estos hechos, tras varios años de ocurridos. Este abandono, no justifica el asesinato del presunto autor del asesinato de Olivia Arévalo, pero ayuda a entender el nivel de desesperación de la población, que se ve empujada a asumir su defensa. El Estado y los diferentes órganos del Estado deben asumir su responsabilidad.

22 DE ABRIL, 2018.

Juan Carlos Ruiz Molleda. Abogado por la PUCP, coordinador del área de Litigio Constitucional del Instituto de Defensa Legal y especialista en los derechos de los pueblos indígenas.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Jaén y la cultura Marañón

Roberto Ochoa
Jaén es una ciudad cajamarquina con temperamento charapa. La temperatura supera fácilmente los treinta grados Celsius, pero las noches son frescas y agradables. Miles de motocicletas y camionetas de doble tracción transitan por sus pistas asfaltadas. Es una ciudad de prósperos agricultores y comerciantes procedentes de Piura y otras ciudades cajamarquinas. La urbe tiene buenos hoteles y mejores restaurantes, y está rodeada de inmensos arrozales con bosquecillos que crecen en las laderas de los contrafuertes andinos que rodean la ciudad.
Jaén es ahora la puerta de ingreso a la Amazonía nor-oriental, con un buen aeropuerto construido durante la Guerra del Cenepa, y que ahora es vital para el desarrollo pacífico gracias al Plan Binacional Perú-Ecuador. Recibe dos vuelos comerciales al día, pero la mayoría de turistas lo usa para dirigirse a Chachapoyas y visitar Kuélap, utilizando el nuevo teleférico.
Hace diez años, los pobladores de Montegrande, en las afueras de Jaén, se preguntaban qué hacían los “loquitos” que trabajaban en el cerro que servía como relleno sanitario del barrio. Tiempo después comprobaron que el sitio no solo estaba más limpio sino que daba trabajo a los vecinos y era visitado por autoridades políticas y académicas de la zona. La sorpresa fue mayor cuando trascendió el descubrimiento de restos arqueológicos que revelan la existencia de una misteriosa civilización amazónica, quizá la más antigua del Perú.
"Siempre se creyó que los montículos existentes en los alrededores de Jaén eran lomas naturales, y que las ocupaciones correspondientes a los Bracamoros (cultura desarrollada al norte de Cajamarca) solo estaban en la cima de estos montículos", dice el arqueólogo Quirino Olivera Núñez, director de las excavaciones.
"Pero los hallazgos en Montegrande prometen reescribir la historia del antiguo Perú", añade.
Las primeras excavaciones, en el 2010, revelaron que el ‘cerrito’ era un montículo piramidal que albergaba un antiguo templo de adobe y cantos rodados, con escalinatas de acceso a la parte alta, donde quedaban las columnas de concreto de un templo católico a medio construir. Conforme avanzaron las excavaciones y se retiraron las construcciones modernas, se fueron descubriendo escalinatas y pisos de color amarillo.
Quirino recuerda que al terminar la primera etapa de estas excavaciones "se había descubierto uno de los recintos arquitectónicos monumentales más antiguos de la Alta Amazonía del Perú, con un carácter público y religioso propio de una sociedad compleja, y con patrones artísticos y culturales inéditos en el área andina peruana".
Remolino de piedras
Cacao amazónico
Jaén galardonado
Cultura Marañón
En el 2012 se reanudaron las investigaciones y fueron apareciendo piedras alineadas en forma circular que previamente habían sido selladas con una capa de arcilla. Poco a poco los arqueólogos descubrieron que estas piedras estaban organizadas en forma espiral concéntrica, como un remolino pétreo, pero también se toparon con un hallazgo macabro: los restos de un hombre que habría sido sacrificado antes de terminar la obra.
Las excavaciones revelaron la existencia de un misterioso recinto en espiral o en caracol, construido con adobe y cantos rodados, nunca visto en la arqueología peruana, pero que sí tiene un precedente en Ecuador: el prestigioso arqueólogo Francisco Valdez halló en el 2012 una construcción similar ubicada en Palanda, muy cerca a la frontera con el Perú. "Esto demuestra que antes de la existencia de las fronteras que separan ambos países, en esta zona existió una antiquísima civilización que ocupó estos territorios unidos por el curso de los ríos locales", revela Olivera.
"La forma de espiral o caracol constituye un símbolo muy antiguo y universal en la historia de la humanidad", añade el arqueólogo peruano.
Al respecto, Santiago Uceda, director de Huacas del Sol y de la Luna, sostiene que “las relaciones bilaterales entre Ecuador y Perú forman parte del interés y esfuerzo de Quirino Olivera e investigadores de Ecuador. Reconocer que nuestros límites políticos son un producto actual y que estos no responden a los límites de las sociedades asentadas o desarrolladas en este espacio, antes de la llegada de los españoles y quizá de los mismos incas, es un aspecto fundamental en el estudio de la arqueología de la Alta Amazonía”.
Durante sus trabajos en Palanda, a orillas del río Chinchipe, el arqueólogo ecuatoriano Francisco Valdez descubrió una tumba en espiral similar a la de Montegrande. Al centro de la espiral se halló la tumba de un personaje con artefactos de piedra y cerámica. La doctora Sonia Zarrillo, de la Universidad de Calgari (Canadá) descubrió gránulos de almidón de cacao en estos artefactos. Los fechados de Carbono 14 demostraron una antigüedad de 5,500 a 5,350 años, es decir, se trata del cacao domesticado más antiguo del mundo.
Hasta ese entonces el cacao domesticado más antiguo fue hallado en territorios mexicanos, pero el de Palanda es mil quinientos años más antiguo. "Se dice que el cacao fue la primera moneda de intercambio. Al igual que la concha Spondylus, su valoración económica reposa en el significado simbólico e ideológico que tenía para los pueblos amerindios. La evidencia monumental de Montegrande es sin duda una prueba fehaciente de la importancia cultural que tuvieron y que tienen aún los pueblos de la alta Amazonía", sostiene Quirino Olivera.
Los hallazgos en Montegrande demuestran que, al igual que en Palanda, al medio del recinto arquitectónico en forma de espiral estaría ubicada la tumba de un personaje de la más alta jerarquía. El avance de las excavaciones permitió registrar las piedras colocadas para tapar la tumba.
Las zonas investigadas por Quirino Olivera, en Jaén Bagua, coinciden con los lugares donde actualmente se viene produciendo un cacao fino de aroma, exportado hacia los mercados extranjeros de EEUU, Francia e Italia.
"Hasta el momento no ha sido posible descubrir evidencias de cacao en Montegrande, pero los estudios realizados a los artefactos en forma de cacao, demuestran que, desde tiempos inmemoriales, el cacao mantuvo un alto valor simbólico para las culturas amazónicas, razón por la cual están representados en oro, concha Spondylus y piedra. El cacao –al parecer– fue la bebida de los dioses y fue utilizado especialmente en las ceremonias rituales, así como objetos mortuorios que acompañaron a los personajes de la más alta jerarquía religiosa", sostiene el arqueólogo.
Montegrande es hoy en día el mayor enigma arqueológico de la amazonía peruana.
Los trabajos de Quirino Olivera han motivado reportajes en medios de comunicación internacionales y ya mereció un galardón otorgado por el Fórum de Arqueología de Shanghai (SAF). Del siete al once de diciembre próximo, Olivera será premiado en esta ciudad china por sus recientes investigaciones arqueológicas en Montegrande, financiadas con aportes de la Municipalidad Provincial de Jaén y El Plan Binacional Perú – Ecuador.
El propio alcalde de Jaén, Walter Prieto Maitre, ha impulsado estas investigaciones. Ese apoyo ha servido para que Jaén sea elegida como sede del próximo Encuentro Internacional de Arqueología Amazónica (EIAA).
Pero Montegrande es apenas la punta del iceberg de los asentamientos arqueológicos vecinos a Jaén y Maynas.
En el complejo arqueológico de San Isidro –en las afueras de Jaén y cercano a Montegrande– el propio Quirino desenterró la tumba de un personaje denominado "El Señor de los Caracoles", junto con otros vestigios que sorprendieron a los arqueólogos: Los restos óseos de una mujer casi adolescente con un bebé en brazos...ambos decapitados. También se halló fina cerámica con iconografía Chavín, lo que demuestra la sofisticación de esta misteriosa cultura del Marañón y que respalda la teoría de Julio C. Tello –padre de la arqueología peruana– quien postuló el origen amazónico de las civilizaciones andinas.
Siguiendo la impecable autopista IIRSA-Norte, y casi en la frontera que une Cajamarca con Amazonas, se llega a las confluencias de los ríos Chamaya y Marañón. El primero de aguas claras y el segundo de aguas terrosas. En esa misma esquina existen aguas termales ricas en azufre y hierro. En la otra orilla sobresale una misteriosa loma cubierta de densa vegetación. Su presencia no guarda relación con el paisaje geológico de la zona y es ahí donde Quirino Olivera ha identificado otra huaca piramidal aún por investigar. "Construían grandes monumentos en la unión de los ríos –sostiene Olivera– y por aquí hay numerosos recintos aun por descubrir".
Casi en el cruce con Bagua está el complejo arqueológico Casual, a orillas del Marañón y rodeado de enormes arrozales. Durante las investigaciones se descubrieron bellos murales de colores semejantes a los descubiertos por Ignacio Alva en Huaca Ventarrón. También se hallaron restos cerámicos.
La cobertura de la zona excavada en Casual fue encargada a los nativos awajún, quienes instalaron una "maloca" con techo de palma que demostró ser mucho más fresca para los arduos trabajos arqueológicos. También se hallaron entierros de personajes dentro de grandes vasijas de barro. "Las costumbres y prácticas funerarias al interior de vasijas es un patrón que caracteriza a las culturas del bosque tropical", sostiene Olivera.
En el 2008, el arqueólogo carioca Eduardo G. Nunes investigó estas prácticas funerarias de la fase Marajoara, en la desembocadura del río Amazonas. Quirino Olivera, por su parte, se interesó en ritos funerarios de las comunidades Awajún del río Marañón, como la utilización del tunsho o "árbol barrigón" como proceso previo a la momificación de los cadáveres. Ricardo Morales, también director de las Huacas del Sol y de la Luna, aportó información sobre estas prácticas funerarias awajún con el hallazgo de una maqueta Chimú, donde se aprecia una procesión funeraria portando un "ataúd" en forma de tronco abultado.
Pero hay más. Siempre por la autopista, y rumbo al Pongo de Rentema, llama la atención el imponente paisaje de la confluencia del Marañón con el río Utcubamba. En la otra orilla se ven arrozales y una pequeña cordillera de montículos cubiertos de vegetación. Olivera los señala a la distancia y reconoce que se trata de uno de los yacimientos arqueológicos más enigmáticos de la zona. "Esos montículos no son naturales, son pequeñas pirámides o quizá montículos funerarios que esconden secretos sobre las antiguas civilizaciones amazónicas", añade, nostálgico, porque fue allí donde hizo sus primeras prácticas arqueológicas.
De retorno a Jaén y muy cerca a la ciudad de Bagua se encuentra el sitio arqueológico de Las Juntas, totalmente abandonado por la falta de presupuesto para continuar las investigaciones.
Y este es el principal problema que aqueja a la arqueología local. Si bien en Montegrande y San Isidro se logró el apoyo financiero de la Asociación Los Andes de Cajamarca y del municipio provincial de Jaén, todas las excavaciones fueron enterradas ante la proximidad de la temporada de lluvias y la falta de presupuesto.
• Arqueología de Jaén.
En esta ciudad del extremo norte de Cajamarca se encuentran los yacimientos de Montegrande y San Isidro
• Secretos de Bagua
Ya en la región Amazonas, muy cerca a Bagua, están los complejos arqueológicos de Casual y Las Juntas.
• En el lado ecuatoriano
Similares evidencias arqueológicas se han descubierto en Palanda y Zamora, cerca de la frontera con el Perú.
Fuente

La República
Domingo, 19 de Noviembre del 2017