jueves, 29 de octubre de 2009

Constitución, estimativas sociales e inversiones en la Amazonía


Manuel Bernales Alvarado

La polémica, no el diálogo esclarecedor, está marcando la agenda amazónica. Para unos, la ganancia por exportación de energía al Brasil es lo máximno deseable; para otros, que se conserve el territorio como está, incluidas carretereas, sin suficientes inversiones en mitigación de impactos indirectos, asunto silenciado!!! Además se atizan acciones cercanas al método de tomas e incendios ilegales devenidos aceptables y normales.

En los últimos años las estimativas sociales de grandes y variados grupos sociales, favorables al ambiente natural resultan tan importantes o más que las preferencias por el crecimiento del producto nacional, los ingresos por exportaciones, las ganancias empresariales o una modernidad que no les satisface sino impulsa a la protesta con no pocos argumentos nativistas y naturalistas.

Sin embargo como es justo derecho y natural deseo, todos deseamos tener agua potable y luz, no digo manejo de aguas servidas y desechos sólidos porque no hay un empeño colectivo en esto, pero no hay planificación nacional, regional y local para lograrlo.

Se firmó una alianza estratégica con el Brasil sin preparación ni organización para su ventajosa ejecución. Anuncios, eventos, publicidad sí. El lustro siguiente se ratificó casi en las mismas condiciones de concepción y realización, tambien a escala de gobierno regional, por ejemplo en la “iniciativa” Madre de Dios, Acre, Pando, MAP, pero con opositores a ultranza del quehacer estatal, especialmente del Gobierno Central.

La descentralización y regionalización, que tomarán años, no están aún a la altura de complejas y tumultuosas demandas sociopolíticas, máxime cerca de las elecciones.

Es indispensable que el Poder Legislativo y los tres niveles de gobierno ejecutivo, especialmente el nacional y los regionales, se pongan de acuerdo en una política sencilla y clara de inversiones de desarrollo, multicriterio y multipropósito para nuestra Amazonía, no sólo crecimiento, armonizando los derechos y deberes constitucionales con valores y vigencias sociales, incluyendo medidas permanentes y continuas de información y educación populares.

Es evidente que no se puede hacer compromisos sin plan ni organización que respondan claramente a lo dicho, so pena de incubar conflictos desde arriba para que se reproduzcan desde abajo. Empleo, crecimiento de infraestructura productiva, ingresos para todos sí, pero asociando a quienes viven en las zona en la propiedad, gestión y beneficios seguros a corto, mediano y largo plazo, en modalidades sostenibles en lo social, cultural, ambiental, económico-financiero y político.

No bastan estudios de impacto ambiental para mega inversiones. Requieren planeamiento estratégico y operativo territorial transnacional, nacional y regional, incluyendo evaluacions ambientales estratégicas con participación social, sin ello se siembran pretextos o conflictos.

Esto demanda inversiones en capital humano y social público-privado y redes de gobierno y gestión durante 25 años por lo menos: invertir en descentralización y regionalización, no depertamentalización, que es excepcionalmente viable. Brasil lo está haciendo. Tiene su propio balance. Sobre todo hay que informar y movilizar una mejor opinión pública para que ponga coto tanto a incendiarios del Perú porque el mundo se acaba, como a propagandistas simplificadores desde las alturas del Estado.

Datos
Manuel Bernales Alvarado es politólogo.

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